Lo que me nutre, me destruye

Hasta hoy los principales y más conocidos trastornos alimenticios eran la bulimia y la anorexia, pero se comprobó mediante estudios que existen otros problemas que pueden afectar a cualquier ser humano; estos son la vigorexia, la ortorexia y el comedor nocturno.
Las principales victimas de estos desequilibrios son las mujeres y los hombres jóvenes ya que desean tener un cuerpo perfecto. Estos últimos trastornos aun no son reconocidos como patologías, para eso deben de reconocerse sus síntomas, los principales signos y la forma que se pueden detectar o diagnosticar. Se aconseja a los familiares que observen el comportamiento alimenticio de sus hijos e incluso de adultos que se obsesionan y angustian por mantener una “buena figura”, porque previniendo es la mejor manera de evitar que se provoquen males tan lamentables como estos.
La vigorexia se conoce como la obsesión de querer tener un cuerpo perfecto por medio de la utilización de anabólicos y suplementos alimenticios que no están aprobados y que pueden poner en riesgo la salud de las personas.
La ortorexia se caracteriza por la obsesión de comer bien, las personas que la padecen siempre se encuentran en dieta porque piensan que cualquier descuido puede afectar su aspecto físico.
El comedor nocturno, es aquella persona que en las comidas del día consume poco, especialmente frente al público, pero cuando llega la noche se convierte en un comedor compulsivo.
Estos desordenes no solo afectan lo físico sino también lo psicológico.